¿Porque el gobierno lamenta y no condena?

El Gobierno "lamenta y no condena" y, mientras tanto, las calles de Madrid son tomadas en nombre de la decencia y la dignidad. Mientras tanto el PSOE "lamenta y no condena", en vez de estar ahí, manifestándose y se excusa en eso de la "responsabilidad política". No es un tema de responsabilidad, como ha declarado Zapatero, es una cuestión de decencia, repito. Si el partido del Gobierno no lo entiende, es que tiene un problema muy serio con sus siglas.

Lo más dañino es la perversión de las cosas cuándo se dejan desiertos ciertos espacios políticos y morales, y ni se hace lo que se tiene que hacer, ni se está donde se tiene que estar. Ver al PP encabezando la manifestación me hace daño en los ojos y me parece perverso, oportunista y un chiste de mal gusto, pero peor es la ausencia clamorosa e irresponsable de quien se reclama de “la izquierda” y no hace lo que debe. ¿Qué izquierda es esa?

Después, algunos se escandalizan cuando leen cosas como ésta: “Una veintena de activistas pro-saharauis ha ocupado hoy la agrupación local del Partido Socialista en el distrito madrileño de Arganzuela en protesta por la "indignante y execrable actitud del Gobierno" ante los sucesos en El Aaiún”.  Lo que no puede pretender el PSOE es mantener una actitud cobarde, sumisa y ciega en su acción de Gobierno sobre esta cuestión y no asumir las consecuencias.

Lo que hoy toca es no callar y -desde la calle o desde donde toque- gritar hasta quedarse sin voz para llegar donde no llegan ni las instituciones ni los Gobiernos, al lado de oscuros intereses. Hay que exigir que toda la comunidad internacional, y el Gobierno Español el primero, pase al plano de la presión política activa hasta las últimas consecuencias hacia la teocracia marroquí y fuerce el cumplimiento del derecho internacional.

¿Cuántos abusos más son necesarios?

¿Cuántos atropellos más?

¿Cuántos saqueos más?

¿Cuántas muertes más?

¿Es este el partido de los trabajadores?

Montoro cierra el círculo de lo esbozado por Rajoy

El PP planea privatizar la gestión de la sanidad, la educación y la dependencia

C.G.

Tras las significativas revelaciones de Mariano Rajoy, el domingo pasado, con las que el líder del PP empezó a "mostrar la patita", como bien resumió el vicepresidente del Gobierno Alfredo Pérez Rubalcaba, las declaraciones del responsable económico de los populares, Cristóbal Montoro, recogidas en un artículo de Fernando Garea, hoy, en El País sirven para cerrar el círculo y aclararnos cuáles son los derroteros por los que andará España, si Rajoy alcanza la Moncloa en 2012.

Según cuenta Garea en su artículo, Montoro explicó que el PP planea “la privatización de la gestión de servicios sociales básicos como la sanidad, la educación o la dependencia”.

Una idea aprobada en 2008, en el Congreso de ValenciaMontoro defendió que la gestión de esos sectores puede ser más eficaz desde la iniciativa privada y recordó que esa propuesta fue incluida ya en una ponencia aprobada en el Congreso nacional del PP celebrado en Valencia en 2008 y en otros textos de congresos regionales posteriores de su partido.

"Baja productividad del sector público"De acuerdo con los datos de El País, el PP de Madrid aprobó en septiembre de 2008 una ponencia bajo el título “Ideas para la acción” referida a la gestión privada en los servicios públicos de educación, sanidad, servicios sociales y seguridad, en la que se hablaba de "baja productividad del sector público en esas actividades, en comparación con el sector privado, lastrando en consecuencia la productividad global de toda nuestra economía".

"Ruptura del sector público dominante"El informe del PP de Madrid proponía "la potenciación de fórmulas de colaboración con el sector privado y la prestación de servicios por nuevos operadores privados que pueden aportar su mayor especialización". El objetivo era "conseguir avances en la eficiencia y calidad de los servicios públicos, promoviendo a la vez un aumento de la productividad del conjunto de la economía al producirse la ruptura de la posición dominante del sector público".

Realidad en Madrid y ValenciaLa dejación del control de los servicios públicos y su traspaso a empresas privadas es una realidad ya en las comunidades de Madrid y Valencia, donde gobierna el Partido Popular, y es respaldada por la dirección nacional del partido, según recuerda Fernando Garea en su artículo.

"Una reordenación del Estado"Montoro defendió recortar el gasto público, a través de una "reordenación del Estado", que simplifique competencias que, según él, están a la vez gestionadas por las tres Administraciones: la estatal, la autonómica y la municipal. Por ejemplo, las ayudas al automóvil, las políticas sobre la juventud y la ayuda al desarrollo y la cooperación.

En la práctica ya las gestionan los AyuntamientosEl responsable económico del PP cree que las medidas que tengan que ver con asuntos sociales deben estar en manos de los Ayuntamientos, que son los que tienen contacto próximo con los ciudadanos, aunque reconoce que ya las tienen en la práctica, sólo necesitarían que se les reconociera y financiara.

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